Carta de una mamá a su hija adolescente
¡Hola hermosa!
Sé que estás entrando en una etapa de corto circuitos internos y con el mundo exterior también.
Los cambios de tu cuerpo físico repercuten en tu cabecita y en tu alma. Te sientes rara, todo cambia, y no tienes control sobre nada. De pronto tu humor cambia, tu estado de ánimo parece una montaña rusa, y nadie parece entenderte. Esto no es así, por eso te escribo, para que lo sepas, para que lo entiendas. Hace tiempo ya, yo pasé por lo mismo y lo recuerdo bien. Por eso te entiendo, te respeto y estoy aquí contigo. Sé que algunas veces vas a odiarme, a sentirte totalmente incomprendida y sola, pero no lo estás, aún en esos momentos yo voy a estar a tu lado, acompañándote, educándote, y aprendiendo de tí como desde el primer día de tu vida. Quizás quieras guardar ésta carta y cuando te sientas sola e incomprendida, puedas re leerla y quizás de esa forma puedas calmarte y recordar que como siempre… aquí estoy.
Gracias por elegirme, gracias por tus enseñanzas, gracias por ser tan hermosamente especial. Te amo, Mamá.
Mariana Sanguinetti, la autora de esta carta, es una mamá de la comunidad de Pequeño Gran Humano y una ferviente seguidora de las enseñanzas de Disciplina Positiva.
Como mamá, Mariana nos escribe contándonos que se encuentra ante un nuevo desafío de crianza; tejer una nueva forma de relacionarse con su hija de 11 años entrando a la adolescencia. Esta tierna carta, refleja sus aprendizajes a través de nuestra filosofía y su sabiduría de mujer.
Gracias Mariana por compartirnos este hermoso mensaje de amor.
Carla Herrera Entrenadora en Disciplina Positiva Directora de Pequeño Gran Humano