Ante tus retos, crece con Disciplina Positiva
¿Cuántas veces te has sentido cansado/a, apático/a y desmotivado/a ante los retos que la vida te pone por delante?
Retos personales, laborales, de pareja, de tu rol como madre o padre… ¿Y cuántas veces ante esos retos has pensado que muchas cosas no tienen sentido y que no valen la pena?
Estoy segura que muchas porque también me he sentido así, de hecho, todos los seres humanos conocemos este sentimiento. Sin embargo, quiero contarte cómo Disciplina Positiva y la filosofía adleriana pueden serte útil en tu vida para ayudarte a sobrepasar tus retos y aún más, aprender de ellos.
Verás, el programa de Disciplina Positiva está basado en la filosofía adleriana y para un un adleriano, el fracaso no significa perder, sino no intentarlo. Esto quiere decir que el éxito no está relacionado a un resultado único y perfecto, sino que el éxito está implícito en el proceso de intentarlo.
Todos sentimos desilusión, frustración, rabia, impotencia, etc., ante ciertos acontecimientos que pasan en nuestra vida porque no son exactamente cómo las imaginamos o esperamos; no cumplen nuestras expectativas. Pero la vida es sabia y nos pone por delante todo aquello cuanto necesitamos trabajar y aprender. Si lo miramos con “ojos de conciencia” y profundizamos en ello, podremos ver que nuestros retos son puestos para nuestra propia trascendencia personal y para nuestro más alto bien, hemos nacido para aprender a comprendernos a nosotros mismos para luego poder comprender a los demás.
En Disciplina Positiva, desde el presente, educamos para el futuro. Educar en el presente significa estar conscientes aquí y ahora, prestando atención en la forma en la cual nos relacionamos con nuestros hijos en el día a día, porque entendemos que la calidad de esa relación, es lo que impactará la vida de ellos (hombres y mujeres del futuro) a corto y largo plazo.
Por eso, ante una adversidad, no nos enfocamos en los resultados o en las consecuencias, sino que confiamos en el proceso enfocándonos en la búsqueda de soluciones, porque de esa manera sabemos que los resultados llegarán solos de la mejor manera posible.
Muchas personas piensan que todo en la vida tiene una consecuencia, es física pura y están en lo cierto. Sin embargo, en Disciplina Positiva vamos más allá de las consecuencias, porque sabemos que una consecuencia es simplemente el resultado de un hecho, pero no siempre es la solución a un problema. Por eso, tratamos de enfocamos en soluciones con el propósito de crecer, de aprender, y para que esa experiencia cumpla un propósito de aprendizaje para la vida.
Una de las características de la filosofía adleriana, es que es teleológica, es decir que estudia el movimiento de las personas hacia un fin, una meta. Todos nos movemos impulsados por algo; una fuerza o deseo que nos atrae hacia una meta y el movimiento que describe ese camino es nuestra vida. Eso nos hace conscientes de saber que somos los escritores de esa historia, y como tal, tenemos el poder escribir la historia que queramos contar. Entonces, no te preocupes si en ese andar te encuentras con dificultades y altibajos porque vienen para enseñarte alguna habilidad que te llevará a perseguir tu metas con éxito.
Necesitamos aprendizaje, conocimiento y habilidades para avanzar, sino nos quedaríamos estancados e inertes en una sola etapa o momento de nuestra vida, no habría avance hacia la meta. Así que cuando se te presente un problema, pon en práctica la filosofía adleriana y no hagas caso al típico pensamiento “porqué me pasa esto” y en su lugar empieza a pensar “para que me pasa esto”. De esta manera, podrás transformar el problema en un reto, y además estarás más abierto a enfocarte en la búsqueda de una solución en lugar de quejarte o lamentarte por la consecuencia.
Recordemos que lo importante es el camino y no el destino. Si caminamos conscientes y abrazando todo lo que vamos encontrando en él, nuestro viaje terminará con éxito, el éxito de sabernos haber aprendido a andar.
Espero y deseo que este conocimiento sea beneficioso en tu vida tanto como lo ha sido en la mía.
Bendiciones.
Por Carla Herrera Entrenadora en Disciplina Positiva Directora de Pequeño Gran Humano